sábado, 2 de marzo de 2013

"También hubo amor en el gueto". Marek Edelman.



   También hubo amor en el gueto es el título de un libro, recientemente publicado por Galaxia Gutenberg, que recoge el relato oral de Marek Edelman - transcrito por Paula Sawicka -. Para hablar del libro es necesario hacerlo de su autor. Edelman nació en 1922. Era un joven militante del BUND (la Unión de Trabajadores Judíos de Lituania, Polonia y Rusia. Se trataba de una organización marxista y antisionista fundada en 1897) que fundó en 1942, junto a otros bundistas, el ZOB (Organización Judía de Combate) para luchar contra los nazis en el gueto de Varsovia. Fue uno de los líderes del levantamiento del gueto en 1943. Sobrevivió y participó en el levantamiento de Varsovia de 1944. Permaneció en Polonia ejerciendo como médico durante la dictadura comunista. Su compromiso volvió a aflorar cuando se unió en 1976 al Comité de Defensa de los Obreros, para ayudar a los trabajadores en huelga contra la burocracia del Estado. Posteriormente formó parte del sindicato Solidaridad durante la revolución de 1980.
   También hubo amor... es un viaje a través de los recuerdos de Marek en la fase final de su vida. Se trata de un relato con el que quiere dejar constancia de todos aquellos a los que recuerda, aquellos con los que luchó por afirmar la vida. Porque este es el tema sobre el que trata el libro. Todos a los que recuerda lucharon por sobrevivir, y trataron de hacerlo de formas contradictorias, pero siempre con el convencimiento de hacer prevalecer lo mejor de sí mismos, con un sentido de justicia que aplicaban incluso a sus verdugos.
   Son conmovedores los relatos sobre el amor en el gueto, por cómo este sentimiento fue lo que les ayudó a resistir. Este amor se expresaba de muchas formas. En la organización de escuelas, de hospitales, en la edición del Biuletyn informativo del ZOB con un cliclostil, el la amistad que hizo que jamás ningún miembro del ZOB delatara a ningún compañero, en el acompañamiento a los niños hasta Treblinka por una adolescente que elige compartir ese último viaje...¿¡Cómo voy a dejarlos!? No pueden ir solos...
   Los recuerdos de Edelman nos transportan a la vida cotidiana en el gueto, a unas condiciones de vida terribles, impuestas con el objetivo de exterminar a la población concentrada en el gueto. Todo estaba calculado, salvo un factor que los nazis no incluyeron: la tensión inextinguible que anida en todos los seres humanos por afirmar la vida. Algo que pertenece a todos los seres humanos que han existido, existen y existirán.

Artículo aparecido en el periódico "Socialismo libertario" número 67 (marzo de 2013), página 5.

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